El miércoles volví a ir a correr con las de fútbol. Aún menos esta vez: dos que se preparan para la media maratón, entrenador irlandés rechonchete y yo. Mismo recorrido. El aliciente fundamental de esta semana era que corríamos, durante buena parte del trayecto, sobre nieve-barro. La nieve-barro es algo tan asqueroso como el barro y tan frío como la nieve. Metido en las zapatillas, un gustazo. Esta vez aguanté mejor, y hasta me atreví a intercalar alguna frase del tipo "En Espanya con un suelo diez veces más seco que este la gente no sale a la calle", en un momento concreto en el que dejamos el barro-nieve para directamente correr con alegría sobre un charco pantanoso. Deben pensar que soy poco habladora, pero es tratar de conservar el aliento durante una hora, al tiempo que se sortean obstáculos en la oscuridad y se intenta descifrar lo que conversan un irlandés y una inglesa en esa lengua que sus padres les dieron, es suficiente esfuerzo como para además tener que articular palabras.
Sé de una a la que estos entrenamientos con guantes y gorro sobre nieve, barro, charcos, bosque y oscuridad le encantarían... ;)
viernes, 23 de enero de 2009
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1 comentario:
uoooo! i la foto, no ens oblidem de la foto!
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