Hoy se suponía que tenía que presentar un pogramilla que hice hace unas semanas. Presentación que, por cierto, estuve preparando ayer hasta las mil. El sueco, que se va la semana que viene (una pena, muy majo), también presentaba algo hoy. Su presentación ha sido interrumpida por varias conversaciones entre el jefe de departamento y otro trabajador, una de ellas larguísima, del tipo:
Jefe: "Esto es así porque blablabla"
Trabajador: "No, yo creo que es así porque blablabla"
Jefe: "No, es así porque..."
Trabajador: "Eso es cierto, pero en realidad es así porque..."
Jefe: "No, ..."
Trabajador: "Sí, ..."
Así hasta que un tercero ha tenido que intervenir y decir que había que dejar hablar al pobre sueco (y descansar a los demás, Housbru estaba dando unos cabezazos de escándalo).
Pero el sueco al menos ha presentado, cosa que no me ha sucedido a mí. Cuando ha acabado, el jefe de departamento (ese gran amante de los estudiantes y gente que no pertenece realmente a la empresa en general) ha dicho "Me tengo que ir, dejamos la presentación de Verónica para la semana que viene." Todos hemos entendido que se refería a mi presentación, Housebru ha dicho "Bueno, o mejor dejamos la presentación de Victoria para la semana que viene" ("indirecta" que el jefe no ha entendido y ha habido que explicarle, pero que a todos los demás nos ha hecho mucha gracia), y nada, hasta la semana que viene.
Luego te piden perdón en su nombre, se ríen de él a sus espaldas continuamente... Pero ahí está de jefe.
Hoy me piro a las cuatro.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
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1 comentario:
los diálogos laborales son todo un mundo por descubrir....
ufff no veas como he acabado hoy jueves, y encima , pa colmo, tengo un trancazo del 15 resfriada....
me voy directamente a la cama
saludinessssss
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