viernes, 20 de febrero de 2009

Mierda blanca

Lleva una semana y media nevando. La semana pasada nos hemos movido entre -14º y -1º. Este fin de semana prometen entre 0º y -1º. Ya veremos. La semana pasada empezó a caer un polvo de nieve de lo más majo, que cogías todo un abazo de nieve y tras apretarlo apenas te quedaba para una bola. Estuvimos tirándonos bolazos de camino al super. Al día siguiente la nieve ya era otra cosa. Se había apegotado y ya podías hacer buenas bolas. Todo en orden. Pero el caso es que se ha ido comprimiendo más y más, y ahora la calle está helada. Aquí en lugar de sal tiran gravilla para que no te resbales. Ahora está todo lleno de la gravilla que llevan tirando meses, luego se supone que la recogerán. La idea no está mal, pisas las piedrecitas que hay sobre el hielo y corres menos peligro. Pero este plan no aguanta una semana. Poco a poco la calle se ha ido convirtiendo en una lámina de hielo transparente, cubierta por trozos de hielo sucio mezclado con polución. Un barro congelado que cubre una placa de hielo que resbala. A veces no sabes qué es peor pisar. Yo me voy resbalando a cada paso, y parezco subnormal cogiéndome de los portales. El otro día ví un charco y pensé que no me resbalaría, pero era más profundo de lo que creía y tuve que hacer el resto del camino con agua sucia helada en los calcetines. Pero todo está precioso, con témpanos de hielo en la ventana de enfrente y todo.

El sábado nos apuntamos a una visita guíada sobre Hitler en Múnich. Íbamos de lo más contentos, Victoria llevaba una semana diciéndome que no fuera nena, que si pisas bien no resbala. En fin. Estábamos cruzando una calle y aún no había pasado la patrulla gravilla todavía. Como había una placa de hielo de dos metros y cruzábamos rápido me resbalé. Menos mal que Victoria estaba ahí para salvarme y... caerse ella de espaldas, con el cogote en todo el hielo. Como tampoco me salvó bien, me caí encima suya. Pero que nadie se preocupe, que no me hice daño.

Luego Victoria estuvo en la visita esa a lo de Hitler con un chichón que yo no había visto uno igual en mi vida, mirándose los dedos a ver si había perdido campo visual (lo había visto en House), dudando de si tenía una hemorragia cerebral, y tiritando del frío. Al día siguiente le dolía el cuello del latigazo y las costillas porque algo le caería encima. Así que estuvo quejándose toda la semana "tráeme zumo, tráeme el móvil", etc.

Fin del informe.

4 comentarios:

Unknown dijo...

vaya...no me dais ninguna envidia con la nieve... tiene que ser un tremendo por culo tanto timepo con ella:(. Vito, estas bien despues del porrazo o todavía tienes ese megachichon?

Vix dijo...

Sí, sí, ya estoy bien. La cabeza aún duele un poco si la tocas, pero ya casi nada, y no hay chichón. Y ya casi no compruebo si he perdido visión periférica o no. :P

Vix dijo...

Lo de la gravilla es algo que no me habría imaginado nunca. Además, es que yo solo puedo ver a unos hombrecillos tirando gravilla que sacan de unos sacos enormes que cargan en la espalda... Obviamente no es así como lo hacen (o eso dice la gente), pero a mí esa imagen no hay quien me la saque de la cabeza.

Anónimo dijo...

Ya te la saco yo de otro porrazo xD