Si vas por un camino completamente cubierto de hojas, y sabes que las hojas tapan un bordillo, no trates de subir el bordillo como si fuera un bordillo muy bajito aunque creas recordar que es un bordillo muy bajito.
Hacía años que no me metía una hostia semejante. La cosa parece saldarse sin más que el lado izquierdo del cuerpo amoratado; conservo dientes y huesos intactos.
Una cosa que hace mucha gracia cuando estás sentada en el suelo tratando de recuperarte de haberte estampado con un bordillo mientras volvías a casa del trabajo a toda leche un lunes por la tarde tarareando una canción más contenta que unas Pascuas, es que venga un alemán y te diga que hay que tener cuidado con los bordillos.
Creo que me voy a comprar un casco.
martes, 14 de octubre de 2008
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3 comentarios:
Siempre puedes comprarte un abrigo de burbujitas como el que llevaban los de la secta de "Colega, dónde está mi coche?".
El lado izquierdo del cuerpo amoratado... qué exageración. En realidad tiene el lado izquierdo del culo amoratado, y dos peladitos en la rodilla y el codo.
Jajaja, ¡eso es mentira! La verdad es que al final no me ha salido ningún morado..., ¡pero porque están dentro! O eso o me estoy convirtiendo en Claire Bennet. :P
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